Javier Cinelli es cordobés y actual Gerente de Countries de Securion. Él es un ejemplo de perseverancia y vocación en nuestra empresa. Comenzó como guardia, hizo carrera interna a través de cursos y capacitaciones y hoy trabaja en el puesto que siempre anheló: “En Securion me enamoré de la seguridad”.
Lidera su equipo focalizándose en la parte humana de todos sus empleados. Los fomenta a estudiar y capacitarse, les da apoyo para que puedan desarrollar sus carreras internas y procura siempre que puede ayudarlos como otros líderes lo ayudaron a él a crecer y alcanzar sus metas.
En esta entrevista, nos contó su historia en la empresa, en la que lleva más de 15 años trabajando. Recordó cómo fueron sus inicios, su posibilidad de crecimiento y desarrollo, la formación de los equipos y por qué se considera un líder más que un jefe.
¿Cómo ingresaste a la empresa? ¿Cuál fue tu primer rol y cómo seguiste avanzando?
Mi primer objetivo fue en el Parque Industrial de Pilar, en una garita, como vigilador de noche. Después de pasar una serie de entrevistas, empecé como supervisor. Estuve 9 años en ese puesto y, sin exagerar, habré hecho más de 60 cursos. Porque yo creo que hay muchos caminos para llegar al éxito, pero la capacitación, sin dudas, es el indicado.
Sabía que mi techo no había llegado, siempre estuve atento a nuevas oportunidades. Hasta que luego de cuatro postulaciones y varias entrevistas, finalmente se dió y fui seleccionado como Gerente Operativo en el segmento Countries y Urbanizaciones Privadas. Hoy hace cinco años, gracias a Dios, que estoy en esta posición.
¿Qué te motivó a ingresar a la empresa?
Yo sinceramente entré por los beneficios. En Securion me enamoré de la seguridad, y empecé a estudiar, a hacer cursos, a hacer carrera dentro de la Compañía.
¿Y te gustó quedarte en la empresa?
Te puedo decir con mucho orgullo que tengo la camiseta Securion tatuada. Llegar a Gerente y que mi familia (mi mujer, mis dos hijos y mis perros) pueda verlo con orgullo, se lo debo a Securion.
Vengo de un pueblito de Córdoba, donde tuve una infancia demasiado pobre y me mudé a Buenos Aires de grande. Fui Guardia y sé lo que es trabajar en esa posición. Por eso siempre que me preguntan, les digo a todos los integrantes de mi Equipo que no hay techo, que te lo ponés vos inconscientemente cuando entrás en una zona de confort y no tenés ganas de crecer.
Yo soy un ejemplo viviente de que si querés, podés. Y que no hace falta contactos o currículum, sino actitud.
¿Qué destacás del manejo de tu Gerencia?
Llevo cinco años con el mismo equipo y manejando los mismos servicios. En mi gerencia hay algo que no se negocia: la calidad humana. Yo puedo enseñar todo de gestión, de números y lo que aprendí en tantos años de negocio, pero no puedo enseñar a ser una buena persona.
¿Cómo te manejás hoy para liderar tus equipos?
Para mí la ley número uno es la promoción interna. Yo no salgo a buscar supervisores afuera, salvo que no tenga opción. A mi Equipo le doy mucha libertad, es como mi familia. Si mañana me toca irme de la Compañía o me cambian de puesto, inmediatamente hay alguien para que se siente acá donde estoy yo con las herramientas para llevar una gestión de gerente adelante. Creo que la confianza es todo.
Tu historia implica muchísima perseverancia porque tuviste varios obstáculos, idas y vueltas…
Es que en Securion, el tren pasa y depende de vos que estés preparado para subirte o no. Pero te puedo asegurar que el tren pasa. Las oportunidades están. Hay mucho plan de carrera. Yo estoy muy a favor de la promoción interna.
Por último, ¿cómo cambió tu relación con el resto de tus compañeros cuando te convertiste en gerente?
Nunca cambié la esencia. Sigo siendo amigo de Guardias y Supervisores que fueron mis compañeros, y también de los Gerentes. Mi vida personal no cambió por el puesto. Un cargo no te cambia.